El jueves 23 de septiembre de 2010, exactamente a las 5 horas y 9 minutos comienza el otoño astronómico en el hemisferio norte. Una estación que se alargará durante 89 días y 20 horas hasta que deje paso al invierno el día 22 de diciembre.
¿Por qué comienza el otoño exactamente en ese momento? Para responder a esta pregunta tenemos que recurrir a aspectos astronómicos. Concretamente, el inicio astronómico de las estaciones viene dado, por convenio, como el instante en que la Tierra pasa por una determinada posición de su órbita alrededor del Sol.
Esta circunstancia astronómica no sucede todos los años en la misma fecha, debido al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario (unos bisiestos, otros no) con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol (duración conocida como año trópico).
Otra característica de estos días es el acortamiento de las horas de Sol. Es precisamente durante los equinoccios cuando el acortamiento (o alargamiento en el de primavera) de los días es más notorio. De hecho, en estos días el tiempo en que el Sol está por encima del horizonte se reduce en casi tres minutos cada día: El Sol sale por las mañanas más de un minuto más tarde que el día anterior y por la tarde se pone casi dos minutos antes, por lo que el acortamiento del día se hace especialmente apreciable por las tardes.
Por último recordar que, mientras los habitantes del hemisferio norte despedimos el verano y nos adentramos en la estación de la caída de las hojas; nuestros amigos del hemisferio sur despiden en estos momentos el largo invierno para dar paso a la primavera...cosas de nuestra tierra redonda e inclinada...